Amadísimos fieles: Hoy deseamos unirnos al Pueblo cubano con nuestra solidaridad, afecto y oración. Dirigimos nuestra plegaria a la Virgen de la Caridad, Estrella que anuncia la aurora de paz. En efecto, la paz es el don tan ansiado por el ser humano que sumergido en tantas preocupaciones come el pan de su llanto. María, Dulce Madre, no nos abandona, sino que nos salva de llantos y afán cuando devotamente pronunciamos su Nombre, (cf. Himno a la Virgen de la Caridad) nos refugiamos en ella y buscamos su amparo reconociendo que, como Medianera de todas las gracias, Ella nos alcanza el favor divino. Vienen a nuestra memoria las palabras de Mons. Pedro Meurice Estiú, Arzobispo Emérito de Santiago de Cuba, quien señalaba en una entrevista: “La Virgen está enseñándole al pueblo cubano… su Hijo. Y que no hay manera de ir a su Hijo si no es pasando por la cruz; eso que no quiere nadie, pero que … este pueblo [cubano] ahora está pasando por esta cruz. Por eso se entienden ellos tan bien, [La Virgen de la Caridad y el Pueblo Cubano], porque es en su Hijo en donde ellos tienen la salvación. No es en otra cosa. No en un sistema, no en una ideología, sino en el Hijo de Dios y de María la Virgen y el camino es la cruz”. (https://www.youtube.com/watch?v=TOhN1U-OGFU) Que en estos momentos tan cruciales dentro de la historia de Cuba y de nuestro Continente Americano, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre bendiga al Pueblo Cubano y a cada uno de nosotros que nos unimos a él en la Caridad.
Rvdo. P. Alfredo A. Rolón-Ortiz Administrador Parroquial